El cannabis como riesgo social. Controversias entre expertos y consumidores».

En la actualidad, los adolescentes y jóvenes se relacionan con las drogas en el contexto de la normalización social de los consumos. La normalización es un proceso socio-histórico que ha propiciado el actual escenario de los consumos en el cual se relacionan la gran mayoría de adolescentes y jóvenes desvinculados de procesos adictivos y de la extrema exclusión social. La normalización es el resultado de múltiples factores, a destacar: la difusión de los consumos de drogas en la mayoría de contextos de ocio, la disminución de la alarma asociada, el aumento de las prevalencias entre jóvenes de diferente estrato socio-económico, desvinculación de los consumos de las subculturas juveniles, disminución de los problemas severos, mayor aceptabilidad social y menor estigmatización de los consumidores.

Todos estos elementos acaecidos en una sociedad cambiante dominada por el consumismo y la incertidumbre ha provocado el asentamiento cultural de las drogas fiscalizadas. A pesar de esto, entre los consumidores no todas las substancias gozan del mismo estado de normalización debido a los riesgos y los daños asociados a cada una de las substancias. Por ejemplo, la heroína siempre ha sido conceptualizada como problemática y no puede entenderse como normalizada. El speed, la cocaína y la MDMA se han normalizado exclusivamente en ciertos tiempos y contextos entre determinados colectivos de consumidores. Y, el cannabis es la substancia que más se ha normalizado en las últimas décadas. El cannabis junto al alcohol, que por procesos sociohistóricos siempre ha estado normalizado, representan las substancias más consumidas y aceptadas, por tanto, los riesgos y los daños de estas sustancias son los más presentes entre los adolescentes y jóvenes españoles. La normalización ha influido en como se construyen los riesgos y los daños asociados al cannabis.

Tanto la literatura científica como los materiales y programas preventivos, independientemente de su orientación teórica, señalan los riesgos como un concepto clave para entender los consumos de drogas y su evolución. En el ámbito de la prevención existe la tradición de conceptualizar los riesgos como factores indeseables que se deben evitar. Ciertas orientaciones señalan que el camino más fácil para evitar los riesgos es abstenerse de mantener cualquier contacto con las substancias, sin duda que esta premisa es bien cierta: no se producirán daños si no hay práctica de riesgo. Pero a pesar de estas advertencias, entre algunos adolescentes y jóvenes, los consumos aportan elementos atractivos que propician los consumos. Por este motivo, las orientaciones centradas en la reducción del daño consideran que el objetivo primordial, cuando la abstención es imposible, debe ser la minimización de las prácticas de riesgo para que los consumos comporten los mínimos daños posibles. Esta doble orientación experta ilustra la controversia sobre la cual se fundamenta la presente ponencia, es decir, ¿qué son y cómo se conceptualizan los riesgos en el ámbito de las drogas? Controversia aún más compleja cuando se incorpora la mirada de los adolescentes y jóvenes consumidores de drogas. 

Presentación de la conferencia.

Programa: 

 

 

 


Twitter

Aquesta secció està buida.